Los Caballos del Basket

En un lugar del norte de Madrid cercano a La Moraleja se encuentra un antiguo colegio. A a juzgar por las instalaciones el conjunto de edificios estuvo muy bien dotado, fue el lugar donde estudiaron los hijos de los americanos de la base de Torrejón. Hace veinte años, con el cierre de la base, los americanos se fueron y el colegio quedó abandonado, desde entonces ha pasado al reino del olvido.

Poco importa que a menos de cien metros haya chalets de lujo o que esté muy próximo a uno de los colegios más prestigiosos de la ciudad. El inexorable paso del tiempo ha hecho que las grietas y las malas hierbas se abran paso. Como todo edicifio abandonado que se precie los cristales han desaparecido y los grafiteros han dejado su firma. En su interior aún quedan algunas pizarras con anotaciones ya casi arqueológicas.

El colegio esta lejos de ser un lugar muerto, ya que es la residencia de más de cincuenta caballos. Se han habilitado cuadras donde antes estaban las aulas. Debe ser uno de los pocos ejemplos de caballos “okupas”. Ahora los equinos los dueños del lugar, eso sí con el permiso de unos misteriosos gitanos que se encargan de ellos. Los cuidadores no pierden oportunidad para contar extrañas historias del lugar y si se tercia, hacer negocio intentando la venta:

- ¿Cuánto me das por ese caballo?

La mayor parte de las veces que he visitado el lugar no encontré a nadie por lo que me moví a mi aire entre los caballos. Los más afortunados son los que están en el polideportivo, allí bajo los soportes de las canastas y un fondo de grafittis esperan que se llenen las gradas para que el público les aplauda y les saque de su soledad.