En estas maniobras de adelantamiento el vehículo que adelanta disputa el carril a los que vienen de frente, este conflicto se resuelve por jerarquía de volumen. Si el adelantador es un vehículo mayor se mantendrá firme y su oponente deberá salir al arcén. Puede ocurrir que no quiera y se queje con una combinación de largas y bocinazos. En ese caso el adelantador con un gesto de la mano indicará el arcén a su oponente. He observado en multitud de ocasiones como los conductores sacaban al arcén motos y bicicletas que quedaban envueltas en el polvo de la tierra.
Si el adelantador es un vehículo menor que el que viene de frente entonces desistirá en su maniobra, un gesto sorprendente para el carácter indio que es de una persistencia y empuje sin iguales.
Aunque esté indicado no existen vías de sentido único. Por ello el error más grande que se puede cometer es pensar que ya no pueden venir vehículos en sentido contrario. En autopistas con mediana nos hemos encontrado con camiones, vacas o rebaños de camellos en sentido contrario a nuestro avance. Esta situación no pareció nunca molestar o sorprender al conductor.
Las vacas como grandes protagonistas pueden aparecer en cualquier carretera y son respetadas por todos los conductores. Todo conductor a la vista del sagrado animal reducirá su velocidad y se someterá a su voluntad. Eso sí, la bocina y algún que otro empujoncito con el morro del coche están permitidos.
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