lunes, 11 de agosto de 2008

La maldición de Vlkolinec

Eslovaquia es un país que es considerado como de segundo orden en la Europa monumental de los románticos, como aburrido por los mochileros y con pocas referencias para los viajeros que rememoran la historia. Debido a ello, el número de visitantes es muy bajo y en ello recae uno de los atractivos del país.

Vkolinec se halla encaramado en la pendiente de una colina de un valle generoso en verdes. Es una pequeña aldea de inevitable visita, según todas las fuentes que se consulten. Como marca de garantía Vlkolinec está en el catálogo de la Unesco, se trata del pueblo más representativo y mejor conservado de casas de madera, al estilo tradicional; dudosos superlativos por lo subjetivo de las categorías.

Debido a su situación geográfica en el centro del país, el viajero ya llega con algunas experiencias en el zurrón. Podría llegar a imaginar que la simpatía del mundo rural eslovaco será la norma, pues ya habrá contrastado, que aunque sea complicada la comunicación si no se domina el idioma, siempre es fácil encontrar buena disposición para ayudar en lo que haga falta. La primera sorpresa a parte del entorno paisajístico es que la entrada al pueblo es de pago ¿Se pueden poner puerta a la calle? En este caso sí.


Vkolinec cuenta con una única calle flanqueada por casas que se podrían catalogar como pintorescas, en ellas habitan los treinta y pocos habitantes que tienen el dudoso honor de ser parte viva del listado de la Unesco. Inesperadamente encontré un cartel que indicaba que no se podían hacer fotos en determinada dirección. Poco a poco se va haciendo patente el sentir de los aldeanos hacia el viajero, de malos modos van marcado territorios privados y tuercen el gesto ante cualquier aproximación. En el pequeño y único bar pedimos unos cafés y nos dieron a entender que se nos hacía un favor por atendernos. Estaba claro que sobrábamos.

Cuál es el motivo de tanta hostilidad abierta? la respuesta es sencilla y habría que ponerse en el sitio de los Vlkolinenses. Por cada habitante del pueblo llegan millares de visitantes. No es posible salir a la calle sin encontrarse a gente sacando fotos de tu propia casa. Seguramente nadie pidió formar parte de un monumento de la Unesco, ni se imaginó el aluvión que se les venía encima. Los visitantes pagan por seguir la senda hollada que marca la Unesco.

Imagino a esta comunidad celebrando la llegada del invierno con sus nieves y sus bloqueos de carretera. Toda la felicidad por la recuperación de la intimidad propia de las aldeas de montaña. Está claro que mientras el marchamo de la Unesco siga presente en Vkolinec, sus habitantes seguiran padeciendo las visitas y los viajeros sus malos modos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jose dijo...
Lo de las maldiciones es increíble. ¿No os enterásteis de lo que sucede en Salta - Argentina? Un chabal que era Concejal de aquella ciudad había sido esotérico y le armaron una cosa muy fea. Los maldijo con nombre y apellido a los conspiradores. Todos los malditos están cayendo como moscas. Este es un "tutankamón" de Argentina. La noticia la podéis leer en www.saltanoticiassalta.com
o escribid en Google "maldiciones+concejal" y las veréis. Hay que tener mucho cuidado cuando se hace daño injustamente a alguien, uno nunca sabe si el otro es algún esotérico, este había sido de los buenos y se llama Guillermo Capellán. Mejor digo, amigos, os bendigo!!!

14 de agosto de 2009 18:46
Demetrios dijo...
Busqué la página y encontré la noticia del Concejal Esotérico. Es espeluznante la maldición contra el empresario Antonio San Millán quien habría financiado el complot porqu el Concejal Esotérico le quería cobrar los impuestos y a la vez era hermano del Alcalde de Salta. Les dijo: "pagarán con lágrimas de sangre la falsa acusación que me hicieron" y el hijo de 16 años murió inexplicablemente aplastado por mini tractor de cortar cesped. Las maldiciones existen y uno nunca debe dañar a nadie. El Concejal antes que suceda todo anunció por radio y en la prensa escrita lo que iba a pasar... El Concejal se llama Guillermo y hay mucho más en todo eso.
Ahora tenemos: "Las Maldiciones del Concejal Esotérico Guillermo Capellán"

14 de agosto de 2009 19:58
Dorys dijo...
Lo que aún se comenta sobre el Caso de las maldiciones es que quien preparó el complot sería el Abogado Roberto Elio Gareca quien sentía un odio feroz por el concejal esotérico y de esa forma contrató a Rodrigo Chavarría un delincuente juvenil que segun la policia de Salta sería amante de Gareca y lo usó para que denuncie falsamente que el esotérico edil lo había violado. Capellan sentenció: "quien denuncia algo falso eso es un delito, cuando sea mayor vivirá preso", hoy Chavarría es mayor y vive preso. No es casualidad.